Como todos los años por estas fechas, estamos a punto de celebrar la San Silvestre de Egüés, que se celebra en el municipio de Olatz: una manera de despedir el año haciendo deporte y pasando un buen rato...
El
próximo domingo 25 de noviembre, Donostia/San
Sebastián celebra su 35ª maratón, una cita significativa donde algunos “hirukis” intentaran cumplir sus
objetivos, unos acabar y otros buscar marcas “estratosféricas”.
La
maratón no solo es una disciplina dentro del atletismo, es una forma de vida;
actualmente hay una auténtica maratonmanía…
pero, ¿cuáles son sus orígenes?, ¿qué le une a la historia?
Todos
conocemos la famosa leyenda de Herodoto sobre el soldado Filipides, que
recorrió los cuarenta kilómetros desde Maratón hasta Atenas para anunciar la victoria
griega sobre el ejército persa, intentando evitar que la población se suicidara
ante la idea de ser vencida.
Aparte
estos mitos y leyendas, fue en 1908, en la maratón de los Juegos de Londres,
donde definitivamente se estableció la distancia de 42,195 kilómetros. Los dos
kilómetros y pico añadidos al recorrido original se deben al deseo de complacer
a la que por entonces era la reina de Inglaterra, una tal Alexandra, alargando
la carrera para que la meta se situara justo enfrente del palco real… o sea,
que esos fatídicos metros finales se deben a caprichos reales.
En
los Juegos de Londres, cuyos hechos narró para el Daily Mail un tal Arthur
ConanDoyle -sí, el creador de Sherlock Holmes-,el primer corredor en llegar a la meta fue un camarero italiano,
pero fue descalificado por recibir ayuda. Así que el ganador de la prueba fue
el estadounidense Hayes.
Con
la llegada del atleta a Norteamérica se desató una fiebre por la maratón que
aún perdura y a la que se incorporó, en 1984, la categoría femenina. Boston es
la más antigua, Nueva York la multitudinaria, clásica la de Londres, la más
rápida en Berlín, la nocturna en Bilbao y las emergentes en Barcelona, Madrid y
Roma. Pero todas son una tarjeta de presentación de una ciudad y una manera de
disfrutar de ellas para corredores y espectadores.
Que
el próximo domingo disfrutéis de la ciudad, del ambiente, del reto… y que, al
entrar en el estadio de Anoeta, esos metros “extras” debidos a un capricho real sean simplemente un mero trámite.
¡Ánimo y esperamos vuestra crónica! Os adjunto un reportaje de un mito del
atletismo y de los maratones, un ejemplo tanto en la vida como en el deporte.