Hace
poco la Junta mandó un correo informándonos sobre los nuevos cursos de natación
para esta primavera: una buena forma de coger ese estado de forma óptimo para
los próximos triatlones.
Todos
vemos la necesidad de progresar en el agua gracias a la técnica pero, tomando
como ejemplo a Mireia Belmonte, vamos a hablar sobre cómo ella se ha superado
física y mentalmente redoblando sus trabajos de potencia fuera de la piscina.
La carrera, la bicicleta y el remo han transformado su cuerpo, ahora mucho más
musculado. Como ella, nosotros podemos mejorar en el agua con el resto de
modalidades triatléticas y el complemento del gimnasio.
“Lo primero que haces
como ser humano después de caminar es correr”, explica el entrenador de Mireia, Fred Vergnoux. “Ni nadar ni bicicleta. Correr es la base
de todo. El nadador que no corre tiene un límite muy grande. Muchos como Phelps
y Lochte corren dos o tres veces por semana como mínimo”.
Como
comenta Mireia “debes tener un buen físico
y controlar tu cuerpo fuera del agua para después saber controlarlo dentro de
ella”. La flamante campeona olímpica realiza un trabajo en tres partes:
primero, para el fondo físico, correr, bicicleta y remo; luego, desarrollo de
la potencia y la velocidad en el agua con repeticiones de resistencia y de
fuerza; y tercero, fuerza pura, o sea, pesas y máquinas. Casi el 33% del
trabajo es en seco. Sería completamente imposible nadar tan rápidamente sin
hacer pesas porque el agua tiene una resistencia 750 veces mayor que la del
aire. El desafío es que toda esa fuerza y esa resistencia en seco sirvan dentro
del agua adaptadas a la técnica y los gestos propios de la natación.
Fuente
del post: Diego Torres. EL PAÍS 5 de
agosto de 2012.
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