El XVI Duatlón Valle de Egüés, entre
bambalinas
Sarriguren,
sábado 11 de abril de 2015. A muchos de los ‘hirukis’ el despertador hoy nos ha sonado
antes que para ir a trabajar. Hoy tenemos una cita importante, que llevamos preparando
meses: el XVI Duatlón Valle de Egüés. Después de cientos de whatsapp,
reuniones, mucho esfuerzo, algún contratiempo y buena coordinación, hoy hay que
echar el resto para que todo salga perfecto. Los triatletas tienen que
disfrutar al máximo de esta jornada con sus equipos o parejas.
Son
las 8.30 horas y los voluntarios del "Club Hiruki Valle de Egüés Triatlón" que forman
parte de la Comisión organizadora de este duatlón comienzan a montar el
decorado propio de este tipo de competiciones: mover vallas, colocar carteles,
preparar bolsas, organizar premios, señalizar, establecer la salida, la meta, la
zona de boxes, repartir dorsales… Y así, un largo etcétera. Son muchos los
detalles que hay que tener en cuenta. Pero es más la energía puesta en cada uno
de ellos. Varios ‘hirukis’ se acercan a echar una mano aunque no les ‘toque’,
algunos nos ponemos cara por fin, y entre los “vamos a poner aquí, quitar de
allá” conocemos los próximos retos deportivos de nuestros compañeros, surgen
quedadas, nacen proyectos. Un ambiente que convierte un día duro en una jornada
entretenida.
A
la hora de la comida tenemos todo controlado, casi listo; reponemos fuerzas con
un bocata y nos organizamos para cubrir el recorrido. Es fácil darse cuenta de
qué hirukis y triatletas van a participar: en sus rostros y sus gestos se palpa
la adrenalina previa a un duatlón… que en esta ocasión van a vivir en compañía,
por lo que todavía sabe mejor. Se siente una pizca de envidia al verles
desfilar para pasar el control del material… Pero nosotros a lo nuestro. Nos
enfundamos el chaleco amarillo para cubrir los puntos conflictivos del
recorrido junto a policías y jueces y esperamos ansiosos esa primera moto.
Desde la barrera, cuando la ausencia de tráfico nos libera de nuestras tareas,
damos ánimos, somos testigos del esfuerzo de equipos y parejas, y disfrutamos
del momento de la competición.
12
horas después, en la Ciudad Deportiva de Sarriguren parece que no ha pasado
nada. Ni rastro de vallas, escenarios, carpas o líneas de meta. Nos despedimos
con la satisfacción de saber que muchos triatletas han podido disfrutar hoy
gracias a nuestro trabajo silencioso. Un trabajo que también valoraré cuando me
anime a competir.
María Loizu
Club Hiruki
Valle de Egüés Triatlón, miembro de la comisión organizadora del XVI Duatlón Valle de
Egüés
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