CRÓNICA FULL ICAN
GANDÍA 2017
Dicen
que con constancia y esfuerzo se consigue todo lo que uno se propone.
A
veces, cuando menos te lo esperas, ocurren cosas que ni te las podías imaginar
al hacerse realidad.
Todo
esto empezó a suceder cuando varios locos de un mismo club, Hiruki Triatlón
Valle de Egües, decidimos apuntarnos a la cuarta edición del Full & Half
Ican Gandía 2017 (Pablo y Álvaro en distancia Half, y Fernando, Tomás y yo en
distancia Full).
Con
ilusión y muchas ganas preparamos la prueba que finalmente llegaría el 14 de
octubre.
Dos
días antes, ya estamos todos en Gandía. También aparecen Imanol, que haría el
Full, y Mariana. Ese mismo día cada uno hace lo que tiene planeado, que en mi
caso sería rodar muy suave con la bici durante una hora para ver el circuito y
las sensaciones.
Tras
descansar bien por la noche y un buen desayuno, cojo el dorsal y me empieza a
entrar ya en el estómago un gusanillo que me indica que el gran día ya está
cerca. A la tarde, tras el control de material y la reunión técnica, llega el
turno de los más pequeños con el Ironkids, una carrera a pie al lado del puerto
con varias distancias según las edades.
Primer
debut de un Hiruki en Gandía, Daniela. Hace caso a su padre y corre a tope sin
mirar atrás. Llega a meta muy contenta por participar y saber que le van a dar
una medalla como a todos los demás. Por su parte, Nicolás, indeciso si correr o
no, decide no hacerlo (algo lógico porque con 3 años no sabe ni lo que quiere,
bueno… sí sabe…dar por el riau a sus padres).
Tras
una buena cena con hidratos de carbono llega la hora de dormir. Me entra el
sueño rápido y sin nervios, y consigo pasar una buena noche.
Suena
la alarma del móvil y...ya,
ya,…que el día D ya ha llegado.
Desayuno
y a boxes a ultimar los preparativos. Allí me encuentro con Fernando y Tomás.
También veo a Ricardo Abad, cuyo objetivo era mejorar su marca en distancia
Ironman que al final lo conseguiría por 23 segundos.
Con
los típicos nervios, nos dirigimos a la cámara de llamadas, y veo a Imanol,
tranquilo y con ganas de hacerlo bien.
Todos
al agua y bocinazo de salida.
La
natación es en el puerto. El mar está como un plato y una
temperatura del agua muy agradable. Todo perfecto para nadar bien. Son dos
vueltas, sin salir del agua. Desde el primer momento me encuentro muy bien
nadando, con muy buenas sensaciones y muy descansado (fundamental el descanso
para rendir en las mejores condiciones).
Intento
no ir a tope en la primera vuelta y aumentar el ritmo en la segunda. La verdad
es que no se me hace una natación muy larga. Consigo salir del agua el 14 en 1
hora y 12 segundos, muy buen tiempo para mí y mejor de lo esperado.
Llego
a la transición y cojo la bolsa con la ropa para la bici. Me cambio en la carpa
habilitada para ello y listo para afrontar con muchas ganas los 180 kms.
Es
un circuito de bici llano al que hay que dar 6 vueltas. La peculiaridad es que
hay unos 30 kms de adoquines con badenes, 5 kms por vuelta, y algún que otro
giro que te hace frenar en exceso, pero que con los ánimos de mi familia es
todo mucho más llevadero.
Ruedo
con fuerza, pero sin ir cargado de piernas y sin vaciarme. En cada vuelta nos
animamos los hirukis. A Fernando y Tomás les veo que van bien, con muchas
ganas. Cuando faltan unos 30 kms aparece el viento y ya se empieza a notar el
calor.
Hasta
casi el final no me doy cuenta de que he ido muy cerca de Imanol.
Acabo
la bici en el puesto 22 en 5 horas,
14 minutos y 44 segundos. Me animo mucho ya que es un gran tiempo. Noto que no
tengo las piernas muy cargadas. Muy buena señal.
La
primera sorpresa del día me la encontraría al dejar la bici y coger mi bolsa
para ponerme el mono del Hiruki para empezar el maratón. Abro la bolsa y sólo
veo las playeras y la gorra, me falta el mono. Pienso “no puede ser…estoy
seguro de que lo he metido en la bolsa”. Le digo a un voluntario, muy buena
labor la suya, que no tengo el mono y me dice que nadie ha tocado lo que hay
dentro de las bolsas (al final estaba debajo de las playeras, al fondo de la
bolsa. Por los nervios ni lo vi).
Pues
nada…a correr una maratón con el culote de ciclismo. La suerte estaba echada. A
rezar para que no me aparecieran rozaduras por la badana del culote. Por suerte
fue así y pude correr bien.
El
maratón fue la parte donde más sufrí por todo lo que ya llevaban mis piernas.
Circuito llano, en el paseo de la playa, consistente en dar 6 vueltas. Primeros
kilómetros suaves para coger ritmo y soltura. Avituallamientos cada 2 kms,
fundamental para hidratarse y reponer fuerzas porque el calor ya apretaba.
En
cada vuelta Mónica, Daniela y Nicolás animándome constantemente. Qué envidia me
daban, disfrutando de la playa de Gandía mientras yo me derretía por el asfalto
del paseo. También Mariana, Pablo y Tomás con sus chillos te ayudaban a
sobrellevar el esfuerzo (gracias a todos).
En
cada vuelta me cruzo con Tomás y Fernando, que nos damos ánimos mutuamente para
seguir peleando por ser finisher.
Al
acabar la media maratón empiezan a flaquear las fuerzas, pero a la vez veo que
ya me queda menos y siento que por quinta vez voy a cruzar la meta en esta
distancia.
Empiezo
la última vuelta y estimo que puedo hacer una gran marca. Me cruzo con Israel,
otro navarro de Estella, que me dice que puedo bajar de las 10 horas. Qué
emoción y qué final tan especial. No me lo puedo creer. Entro en meta en el
puesto 15 (segundo de mi grupo de edad) después de haber corrido en 3 horas y
36 minutos, y con un tiempo de 9 horas 57 minutos y 5 segundos.
Imanol
había conseguido un tiempo estratosférico, y Tomás y Fernando habían logrado
mejorar sus marcas personales y culminar una gran carrera.
Por
equipos conseguimos un segundo puesto, lo mejor sin duda de esta gran
experiencia.
Para
finalizar esta crónica, me gustaría dar las gracias al Hiruki Triatlón Valle de
Egüés por ser más que un club, a mi familia por su comprensión y por todo el
tiempo que les he robado mientras entrenaba,
y a Ana Casares por su dedicación y por mucho más.
Eres muy grande Miki
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